La polémica alrededor de la petición por parte del Gobierno socialista de Pedro Sánchez de la exhumación del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos estaría conllevando una segunda operación no menor.

Esa operación querría desalojar del espacio histórico el grupo de monjes benedictinos que cuidan el lugar y los servicios espirituales del mismo.

Medios de comunicación como El País están lanzando un mensaje claramente enlazado con la acción del Gobierno que querría proponer el debate sobre la presencia o no de la orden benedictina en el Templo.

La gestión del Valle de los Caídos recaería sobre la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, una fundación intervenida y administrada desde sus inicios temporalmente por Patrimonio Nacional desde hace 37 años.

Ningún presidente del Gobierno, ni siquiera José Luís Rodríguez Zapatero o Felipe Gonzalez, ha querido abordar la situación para regularizar esa situación.

Ahora el Gobierno de Sánchez estaría planteándose aprovechar la exhumación de Franco para desalojar también la presencia religiosa del lugar.

El País inicia su campaña contra los benedictinos
En una reciente noticia titulada ‘El Valle de los Caídos, en el limbo jurídico‘ el diario socialista construye un relato en base al cual el Gobierno tendría el deber y el derecho de eliminar todo vestigio religioso del lugar y desalojar a los religiosos.

“El Gobierno debe determinar las obligaciones y los derechos que tiene la fundación. Deben ser regulados, pero no existe tal norma. Por eso necesita un marco jurídico, para constituir un patronato y definir una misión, para independizarse de Patrimonio Nacional”, explica Javier Martín Cavanna, director de la Fundación Compromiso y Transparencia, entrevistado por El País.

El diario también cita al historiador Antonio Cazorla que, precisamente, sugiere la necesidad de renegociar la presencia de los benedictinos. “Su presencia allí es un vicio de origen, porque fueron puestos por una dictadura que, mediante este monumento, trataba de falsear la historia y humillaba a las víctimas. Se puede desconsagrar la basílica o no, pero la presencia de los benedictinos está cargada de un pasado y de unas actuaciones recientes que aconsejan su marcha”, explica este profesor de Historia en la Universidad Trent de Canadá”.

“Los monjes han actuado como la resistencia franquista a la política democrática”, apunta García de Andoin en El País. Por eso el convenio con los monjes es un motivo de tensión para los que sostienen posturas laicistas.