En este sentido, el republicano ha criticado la sórdida ley aprobada recientemente por el senado de Nueva York, que permite la eliminación del feto incluso instantes antes del parto: ‘No puede haber mayor contraste entre la hermosa imagen de una mujer sujetando firmemente a su hijo y las escalofriantes exhibiciones que hemos visto en nuestra nación días atrás. Los legisladores de Nueva York aplaudieron con regocijo la aprobación de legislación que permitirá que un bebé sea arrancado de las entrañas de su madre momentos antes de su nacimiento. Éstos son bellos bebés que no tendrán la oportunidad de compartir su amor y sus sueños con el mundo. Y luego tenemos el caso del gobernador de Virginia, que dijo básicamente que él sí ejecutaría a un niño recién nacido’.

Convencido de la inalienable dignidad de todo ser humano, Trump ha conminado a los congresistas a legislar a favor del derecho a la vida: ‘Para defender la dignidad de todo ser humano, le pido al Congreso que apruebe la legislación necesaria para prohibir el aborto tardío de niños que puedan sentir sufrimiento en el vientre de sus madres’.
Bastantes estados norteamericanos, en especial aquéllos de tradición republicana, han optado por prohibir el aborto tardío, una práctica que estremece a cualquiera que no esté contaminado por inicuos preceptos ideológicos.

Para concluir su alegato en defensa de la sacralidad de la vida humana, Trump ha recordado una de las verdades sobre la que se asienta la civilización occidental: ‘Trabajemos juntos para construir una cultura que aprecie la vida inocente. Y permitidme reafirmar una fundamental verdad. Los niños – nacidos o no nacidos – están hechos a la sagrada imagen de Dios’.

El compromiso pro-vida de Trump
Semanas antes del discurso ante el Congreso, el presidente norteamericano se comprometió con numerosos representantes y senadores republicanos a vetar cualquier proyecto legislativo encaminado a promover el aborto: ‘Sabemos que toda vida tiene un significado y que, por tanto, debe ser protegida’, se justificó Trump entonces.

Por otra parte, el mandatario ha tratado de retirar la financiación pública a la multinacional abortista Planned Parenthood y restauró, en los albores de su mandato, la política de la Ciudad de Méjico, que prohíbe subvencionar a entidades que fomenten el aborto en el extranjero.