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Francisco anunció que llevará ante la Justicia a "cualquiera" que haya cometido abusos
21 - 12 - 2018 - PAPADOS - Francisco

Agradeció a los periodistas "que han tratado de desenmascarar a estos lobos y de dar voz a las víctimas". (Fuente: Religiondigital)

"A los que abusan de los menores querría decirles: convertíos y entregaos a la justicia humana, y preparaos a la justicia divina", advirtió Jorge Bergoglio al recordar las palabras de Cristo: "'Al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgasen una piedra de molino al cuello y lo arrojasen al fondo del mar".

En su tradicional discurso de fin de año a la Curia romana, el papa Francisco centró hoy su alocución en el combate a los abusos, anunció que la Iglesia llevará a la Justicia a "cualquiera" que haya cometido esos crímenes, aseguró que "nunca" se intentará encubrir a los responsables de esas "abominaciones" y agradeció a los periodistas "que han tratado de desenmascarar a estos lobos y de dar voz a las víctimas".

"Está claro que, ante estas abominaciones, la Iglesia no se cansará de hacer todo lo necesario para llevar ante la justicia a cualquiera que haya cometido tales crímenes", sentenció con firmeza Jorge Bergoglio de frente a la cúpula de la curia romana este viernes, al reunirlos para despedir el año en la Sala Clementina del Vaticano.
"La Iglesia nunca intentará encubrir o subestimar ningún caso", les planteó, en tono de declaración pero también de advertencia para el futuro.

"Es innegable que algunos responsables, en el pasado, por ligereza, por incredulidad, por falta de preparación, por inexperiencia o por superficialidad espiritual y humana han tratado muchos casos sin la debida seriedad y rapidez. Esto nunca debe volver a suceder. Esta es la elección y la decisión de toda la Iglesia", agregó.

En ese marco, se refirió a la reunión extraordinaria de presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo que convocó para febrero como forma de darle una salida a la crisis que ha sacudido la segunda mitad de su pontificado.

"En el próximo mes de febrero, la Iglesia reiterará su firme voluntad de continuar, con toda su fuerza, en el camino de la purificación. La Iglesia se cuestionará, valiéndose también de expertos, sobre cómo proteger a los niños; cómo evitar tales desventuras, cómo tratar y reintegrar a las víctimas; cómo fortalecer la formación en los seminarios", adelantó.

"Se buscará transformar los errores cometidos en oportunidades para erradicar este flagelo no solo del cuerpo de la Iglesia sino también de la sociedad", planteó Bergoglio, en su más duro mensaje sobre el tema de los abusos del año.

"De hecho, si esta gravísima desgracia ha golpeado algunos ministros consagrados, la pregunta es: ¿Cuánto podría ser profunda en nuestra sociedad y en nuestras familias? Por eso, la Iglesia no se limitará a curarse a sí misma, sino que tratará de afrontar este mal que causa la muerte lenta de tantas personas, a nivel moral, psicológico y humano", aseveró.
En ese marco, tal como viene defendiendo RD hace meses, hizo hincapié en la necesidad de no callar las denuncias sobre abusos: "Me gustaría agradecer sinceramente a los trabajadores de los medios que han sido honestos y objetivos y que han tratado de desenmascarar a estos lobos y de dar voz a las víctimas", planteó el papa argentino.

"Incluso si se tratase solo de un caso de abuso, que ya es una monstruosidad por sí mismo, la Iglesia pide que no se guarde silencio y salga a la luz de forma objetiva, porque el mayor escándalo en esta materia es encubrir la verdad", les dijo.

De todos modos, en una época cruzada por las fake news, pidió ayudar "a la santa Madre Iglesia en su difícil tarea, que es reconocer los casos verdaderos, distinguiéndolos de los falsos, las acusaciones de las calumnias, los rencores de las insinuaciones, los rumores de las difamaciones".

"Incluso las víctimas, bien elegidas por sus depredadores, a menudo prefieren el silencio e incluso, vencidas por el miedo, se ven sometidas a la vergüenza y al terror de ser abandonadas", aseveró.

Con dureza, les advirtió: "A los que abusan de los menores querría decirles: convertíos y entregaos a la justicia humana, y preparaos a la justicia divina, recordando las palabras de Cristo: 'Al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgasen una piedra de molino al cuello y lo arrojasen al fondo del mar. ¡Ay del mundo por los escándalos! Es inevitable que sucedan escándalos, ¡pero ay del hombre por el que viene el escándalo!'".
Además del énfasis en la cuestión de los abusos, Francisco aprovechó también para volver sobre una de sus preocupaciones permanentes: las tentaciones de los miembros de la Curia.

"Para el cristiano en general, y en particular para nosotros, el ser ungidos, consagrados por el Señor no significa comportarnos como un grupo de personas privilegiadas que creen que tienen a Dios en el bolsillo, sino como personas que saben que son amadas por el Señor a pesar de ser pecadores e indignos", los advritió.

La preocupación del pontífice quedó de manifiesto. No escatimó figuras a la hora de diagnosticar el presente de la Iglesia: "Este año, en el mundo turbulento, la barca de la Iglesia ha vivido y vive momentos de dificultad, y ha sido embestida por tormentas y huracanes", enmarcó.

"Muchos se han dirigido al Maestro, que aparentemente duerme, para preguntarle: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?»; otros, aturdidos por las noticias comenzaron a perder la confianza en ella y a abandonarla; otros, por miedo, por intereses, por un fin ulterior, han tratado de golpear su cuerpo aumentando sus heridas; otros no ocultan su deleite al verla zarandeada; muchos otros, sin embargo, siguen aferrándose a ella con la certeza de que «el poder del infierno no la derrotará»", les dijo.

"Mientras tanto, la Esposa de Cristo continúa su peregrinación en medio de alegrías y aflicciones, en medio de éxitos y dificultades, externas e internas. Ciertamente, las dificultades internas siguen siendo siempre las más dolorosas y destructivas", planteó.