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El Papa tiene la palabra final sobre Medjugorje.
22 - 01 - 2014 - HISTORIA - Apariciones

 Ante las especulaciones de cierta prensa sobre el informe final de la Comisión Internacional de investigación sobre Medjugorje, el Prefecto Emérito de la Congregación para la Causa de los Santos, el Cardenal portugués José Saraiva Martins, recordó que el Papa Francisco tiene la última palabra sobre este caso.Esperanzas del Cardenal de Sarajevo. Historia de la aparición.

El viernes 17 de enero se llevó a cabo la última reunión de la comisión, establecida por la Congregación para la Doctrina de la Fe en marzo de 2010, bajo la presidencia del Cardenal Camillo Ruini. Según la agencia AICA, el documento nacido de dicha reunión estaría siendo sometido a las “instancias competentes” de la misma Congregación en el Vaticano.

En declaraciones a ACI Prensa el 21 de enero, el Cardenal Martins, consideró que “esas autoridades competentes a las que se refieren, son el mismo Papa. El Papa tiene siempre la última palabra”.

“Así ocurrió con las apariciones de la Virgen de Lourdes y así ocurrió con Fátima”, recordó.

El Cardenal Saraiva Martins consideró que probablemente pasará algún tiempo hasta que la Iglesia llegue a una conclusión definitiva, porque según señala suelen hacer falta “muchos años para llegar a una opinión oficial”.

Además, aclaró que el Papa Francisco no tiene un límite de tiempo determinado para pronunciarse al respecto, de manera que no se puede establecer una fecha para conocer el veredicto. Según establece el Código de Derecho Canónico, el Santo Padre, como Pontífice de Roma, tiene pleno derecho de tomar el tiempo que él considere necesario para emitir una decisión final.

Por otro lado, el Cardenal Saraiva expresó su confianza en los resultados de la investigación.

Según se lee en una carta del Cardenal Gerhard Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, enviada a los obispos norteamericanos en noviembre de 2013, la Iglesia no autoriza participar en reuniones, conferencias o celebraciones públicas durante las cuales se dé por válidas las apariciones de Medjugorje.

“Como ustedes saben bien, la Congregación para la Doctrina de la Fe está en el proceso de investigar ciertos aspectos doctrinales y disciplinares del fenómeno de Medjugorje. Por esta razón, la Congregación ha afirmado que, con respecto a la credibilidad de la ‘aparición’ -y sobre la bases de la investigación que se ha hecho- no es posible establecer que hubo apariciones o revelaciones sobrenaturales’”, decía la carta.

El 17 de marzo de 2010, durante los inicios de la Comisión, la Santa Sede informó que el trabajo de la Comisión se desarrollaría en rigurosa reserva y sus conclusiones serían presentadas a las instancias de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

“Los trabajos de la Comisión que presidí, deben permanecer totalmente reservados”, dijo el Cardenal Ruini en declaraciones a ACI Prensa el 20 de enero, después de concluir la última reunión que daría por disuelta la Comisión.

El informe final es el resultado de casi cuatro años de investigación de equipo formado por teólogos, médicos, psicólogos, mariólogos y líderes de la Iglesia en Bosnia y Croacia.

El objetivo del equipo de investigación fue aclarar los sucesos del pequeño pueblo de Bosnia y Herzegovina, en el que según seis de sus habitantes, la Virgen María se aparece desde 1981, para dar una serie de mensajes con diferentes destinatarios: los propios videntes, la parroquia de Medjugorje, la Iglesia y la humanidad.

El trabajo de la Comisión también incluyó entrevistas personales y exámenes médicos a los videntes de Medjugorje, quienes se presentaron por separado a Roma, así como con otras personas cercanas a la historia,.

El trabajo de la Comisión habría terminado hace más de un año, según señalan diferentes medios. Sin embargo, una serie de acontecimientos no previstos, como la renuncia del Papa Benedicto XVI y el cónclave posterior, frenaron por un tiempo varios asuntos en la Santa Sede.

 

"Espero que este año el Papa anuncie su decisión final sobre Medjugorje".

Lo dice el cardenal Vinko Puljic, quien ha formado parte de la Comisión de Investigación sobre Medjugorje, en calidad de Presidente de la Conferencia Episcopal de Bosnia y Herzgovina, siendo arzobispo de Sarajevo.

Como adelantó Religión en Libertad, la citada Comisión dio por terminado su trabajo el pasado día 17, primicia que confirmó un día después el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi.

Una vez terminado su trabajo y sin romper el compromiso de confidencialidad, el cardenal Pulijic ha explicado, a través del portal croata de noticias 24 Sata, los pasos a seguir por la Santa Sede hasta el momento en que el Papa decida, o no, hacer públicas sus conclusiones sobre Medjugorje, algo que el Cardenal Puljic espera que así sea, y pronto.

“Estoy un poco cansado del trabajo sobre Medjugorje. Nosotros hemos dado unas conclusiones basadas en más de cuatro años de trabajo, que son secretas. Ahora, Doctrina de la Fe ha de elaborar su propia conclusión contando con nuestros informes, y comunicársela al Papa. A partir de ahí, Su Santidad decidirá sobre Medjugorje”.

Sobre los tiempos en que se darán estos pasos, el cardenal Puljic tiene la esperanza de que sea pronto: “Yo espero que el Papa diga algo este año”.

Explicando cual piensa él que sería el veredicto final sobre Medjugorje, y siempre respetando el secreto de la Comisión, el prelado señala dos posibilidades como las más probables.

“En el caso de Medjugorje sería muy difícil declarar la sobrenaturalidad o la no sobrenaturalidad de las apariciones, dado que según los videntes, éstas se siguen dando. Por eso, la conclusión iría en la dirección de que hay que seguir investigando, que es lo que rige a día de hoy, o bien declarar Medjugorje como santuario mariano, pudiendo hacerse así peregrinaciones oficiales”, y no sólo privadas, como estipula la Declaración de Zadar que es las que se pueden hacer.

El Arzobispo de Sarajevo reconoce que el trabajo ha sido arduo, incluyendo entrevistas personales con los videntes y con otros protagonistas de la historia, el análisis teológico de los numerosísimos mensajes que se hubiesen recibido de parte de la Virgen María, y el estudio de los numerosos llamados frutos de Medjugorje, atribuidos por miles de fieles a la presencia de la Virgen María, de los que lo que más ha llamado la atención siempre de Medjugorje han sido las numerosas conversiones profundas de gente que, tras peregrinar a Medjugorje, regresan a la fe con notable fervor en sus vidas. (Religión en Libertad)

Breve historial

Durante casi 30 años en Medjugorje, una ciudad de Bosnia-Herzegovina, seis videntes afirman que la Santísima Virgen, la “Gospa”, se les aparece todos los días, desde el 24 de junio de 1981. Vicka Ivankovic, Marija Pavlovic e Ivan Dragicevic aún la ven diariamente, en cambio Ivanka Ivankovic, Mirjana Dragicevic y Jacov Colo, la ven una vez al año, Ivanka en el aniversario de las apariciones, Mirjana en su cumpleaños y Jacov el día de Navidad.

Medjugorje es una aldea católica, circundada de aldeas ortodoxas y musulmanas. El término, de origen eslavo, significa “entre montañas”. Es una aldea pobre, de terreno pedregoso apto para el cultivo de la vid y del tabaco. No hay corrientes de agua. Los habitantes, que al inicio de las apariciones eran 3,400, son muy religiosos por tradición. Un signo de su fe lo constituye una gran Cruz, de diez metros de altura y tres de anchura, erigida en la cima del monte Sipovac en 1933, con motivo de los 1900 años de la muerte y resurrección de Cristo. La presencia de la cruz, “kriz”, cambió el nombre de la montaña que ahora se llama Krizevac. En la parroquia se encuentra una iglesia grande, dedicada a Santiago Apóstol y edificada entre 1937 y 1969. La iglesia, con sus dos campanarios, fue construida excesivamente amplia para su tiempo.

Los inicios
Todo empezó el 24 de junio de 1981 aproximadamente a las seis de la tarde. Los niños Ivanka Ivankovic de 15 años, Mirjana Dragicevic de 16, Vicka Ivankovic de 17, Ivan Dragicevic de 16, Ivan Ivankovic y Milka Pavlovic vieron a una mujer joven increíblemente bella, con un niño pequeño en brazos. No les dijo nada, pero les indicó con gestos que podían acercarse. Sorprendidos y asustados, tuvieron miedo de hacerlo, aunque pensaron inmediatamente que se trataba de la Virgen.

El 25 de junio, los chicos acordaron encontrarse en el mismo lugar donde la Virgen se había aparecido el día anterior, con la esperanza de verla de nuevo. De pronto vieron un destello de luz. Miraron hacia la colina y vieron a Nuestra Señora, esta vez sin el Niño. Estaba sonriente y gozosa y su belleza era indescriptible. Con sus manos les hizo señas para que se acercaran. Los niños se tomaron de las manos y subieron hasta Ella. Inmediatamente cayeron de rodillas y comenzaron a rezar el Padrenuestro, el Avemaría y el Gloria. Nuestra Señora oró con ellos, excepto cuando rezaron el Avemaría.

Después de rezar empezó a hablar con los chicos. Ivanka, antes que nadie, le preguntó acerca de su madre quien había muerto unos meses atrás. Mirjana le pidió a la Virgen que les diera un signo para mostrar a la gente que no estaban locos ni mentían, como algunos decían.

La Virgen finalmente abandonó a los niños con las palabras: “¡Dios esté con vosotros, ángeles míos!” Pero antes los niños le preguntaron si la verían al día siguiente, Ella respondió asintiendo con la cabeza. A partir de ese día, los chicos continuarían viendo a la Virgen diariamente.

Según los videntes, todo el encuentro fue indescriptible. Ese día, dos niños que formaban parte del grupo del día 24, no estaban: Ivan Ivankovic y Milka Pavlovic. En su lugar fueron otros dos: Marija Pavlovic y Jakov Colo. Y desde entonces, según esos seis niños, la Virgen se les aparece regularmente. Milka Pavlovic e Ivan Ivankovic, que estuvieron presentes el primer día de las apariciones, no volvieron a ver más a la Virgen, aunque volvían al lugar de las apariciones con la esperanza de verla.

Del tercer al séptimo día

El tercer día, 26 de junio, los niños iban de camino al mismo lugar donde se les había aparecido la Virgen. Estaban muy contentos, aunque, la alegría se mezclaba con el temor al preguntarse cuál sería el resultado de todo aquello. Pero a pesar de todo, los niños sentían una fuerza interior que les empujaba a encontrarse con la Virgen.

De repente, mientras los niños se encontraban aún de camino, un resplandor apareció por tres veces. Para ellos, y para quienes les seguían, era una señal que indicaba la presencia de la Virgen. En ese tercer día, la Virgen se apareció todavía más arriba que en los días anteriores. De repente, la Virgen desapareció. Pero cuando los niños empezaron a rezar, acudió de nuevo. Estaba alegre y sonreía serenamente, y otra vez más, su belleza era irresistible.

Cuando los niños salieron de casa, algunas mujeres mayores les aconsejaron llevar agua bendita con ellos para asegurarse de que no se trataba del demonio. Cuando estuvieron con la Virgen, Vicka cogió el agua y la echó en dirección a la visión, diciendo: “Si tú eres nuestra Madre bendita, por favor quédate, y si no, aléjate de nosotros”. La Virgen sonrió al oír eso y se quedó con ellos. Entonces fue cuando Mirjana le preguntó su nombre, y la Virgen le respondió: “Soy la Bienaventurada Virgen María.”

Ese mismo día, bajando del Podbrdo, la Virgen se apareció nuevamente, esta vez sólo a Marija, diciendo: “Paz, paz, paz y sólo paz”. Detrás de ella, Marija pudo ver una cruz. Tras lo que la Virgen, con lágrimas, corroboró: “¡La paz debe reinar entre el hombre y Dios, y entre todos los pueblos!”.

Al día siguiente, 27 de junio, la Virgen se apareció tres veces a los niños. Esta vez, los niños le preguntaron muchas cosas, y la Virgen les respondió a todo. Para los sacerdotes, dio el siguiente mensaje: “Tienen que creer firmemente, y tienen que cuidar la fe del pueblo”. Nuevamente, Jakov y Mirjana pidieron una señal, porque la gente había empezado a acusarles de mentirosos o de estar bajo los efectos de las drogas. “No tengáis miedo de nada”, les contestó la Virgen.

Antes de despedirse, al preguntarle si volvería, dijo que lo haría. Bajando el Podbrdo, la Virgen se apareció una vez más para despedirse con estas palabras: “¡Que Dios esté con vosotros, mis ángeles, iros en paz!”.

El día 28 de junio, el quinto día, multitudes venidas de todos los rincones, iban agrupándose ya desde muy temprano. Hacia el mediodía, había unas quince mil personas. Ese mismo día fray Jozo Zovko, el párroco, interrogó a los niños sobre lo que habían visto y oído en los días anteriores.


A la hora de costumbre, la Virgen se apareció. Los niños rezaron con Ella, y Vicka, le preguntó: “Mi querida Señora, ¿qué quisieras de nosotros, y qué de nuestros sacerdotes?”. La Virgen le contestó: “La gente debe rezar y creer firmemente”. De los sacerdotes, dijo que debían ser fuertes en la fe, y ayudar a los demás a creer firmemente.

Ese día, la Virgen se apareció y se retiró varias veces. Una de las veces, los niños le preguntaron por qué no se aparecía en la parroquia, para que todo el mundo la pudiese ver. Contestó: “Bienaventurados aquellos que sin haber visto, han creído”.

Aunque la multitud les importunaba con sus preguntas y curiosidades, y el día era bochornoso y pesado, los niños se sentían como en el cielo.

El sexto día, 29 de junio, los niños fueron llevados a Mostar para un reconocimiento médico, tras el cual se diagnosticó que estaban “sanos”. El informe del médico jefe de servicio fue: ” No están locos los niños, sino la persona que los ha traído aquí.”

Ese día, en la colina de las apariciones, la multitud fue mayor que nunca. Tan pronto como los niños llegaron al lugar de siempre y empezaron a rezar, la Virgen se apareció. En esta ocasión, la Bienaventurada Virgen María les exhortó a tener fe, diciéndoles: “La gente debe creer firmemente y no tener miedo”.

Ese día, una doctora que iba siguiendo y observando a los niños durante la aparición, deseó tocar a la Virgen. Los niños guiaron su mano hasta el hombro de la Virgen, y sintió como un estremecimiento. La doctora, aunque era agnóstica, tuvo que reconocer: “Aquí, algo extraño está pasando”.

El mismo día, un niño llamado Daniel Setka, fue milagrosamente curado. Sus padres lo llevaron a Medjugorje, pidiendo su curación. La Virgen había prometido que se curaría si los padres rezaban, ayunaban y creían ferviertemente. Así pues, el niño fue sanado repentinamente.

El 30 de junio, dos chicas jóvenes propusieron a los videntes dar un paseo en coche. De hecho, su intención era llevarlos lejos de la zona, y retenerlos hasta que pasara el tiempo habitual de la aparición. Sin embargo, aunque los niños se encontraban bastante lejos del Podbrdo, en el momento de la aparición, ocurrió que una llamada interior les empujó a salir del coche. Tan pronto lo hicieron, y se pusieron a rezar, la Virgen se acercó hacia ellos, desde el Podbrdo, que en ese momento se encontraba a un kilómetro de distancia. Rezaron siete padrenuestros, siete avemarías y siete glorias. La trampa de aquellas jóvenes no surtió efecto.

Después de esto la policía empezó a poner trabas a los niños y a los peregrinos para subir al Podbrdo, el lugar de las apariciones. Y se prohibió, primero a los niños y luego a la multitud, subir a la montaña. La Virgen siguió apareciéndoseles en lugares escondidos, en sus casas y en el campo. Los niños ya tenían confianza y hablaban abiertamente con la Virgen, buscando ilusionadamente sus consejos, escuchando sus advertencias y mensajes.

De esta forma, los acontecimientos de Medjugorje continuaron hasta el 15 de enero de 1982.

Al mismo tiempo, el párroco empezó a acoger a los peregrinos en la iglesia, permitiéndoles participar en el Rosario y en la celebración de la Eucaristía. Los niños también rezaban allí su Rosario. Durante este período, alguna vez, la Virgen se apareció en la iglesia. Incluso, el mismo párroco, una vez mientras rezaba el Rosario, vio a la Virgen. Inmediatamente interrumpió la oración, y espontáneamente empezó a entonar un canto popular: “Lijepa si, lijepa Djevo Mario”;-”Oh, qué bella eres, Santísima Virgen María”. Toda la iglesia pudo percibir que algo fuera de lo común le ocurría. Luego declaró que la había visto. Y así, el que hasta entonces no sólo había dudado, sino que había estado en contra de las apariciones, se convirtió en defensor de los niños y de las apariciones, hasta el punto que ello le costó ser encarcelado.


A partir del 15 de enero de 1982, los niños vieron a la Virgen en una capilla lateral de la parroquia. El párroco lo preparó así por las dificultades e incluso peligros que nuevamente se presentaron. Previamente, los niños se aseguraron de que ello estaba de acuerdo con los deseos de la Virgen. De todas formas, debido a la prohibición del obispo diocesano, desde abril de 1985, los niños dejaron de usar el entorno de la iglesia como lugar de las apariciones. A partir de ese momento, tuvieron lugar en una sala de la casa parroquial.

Desde el principio de las apariciones hasta hoy, sólo ha habido cinco días en los que ninguno de los niños ha visto a la Virgen.

La Señora se ha presentado como la Reina de la Paz y de la Reconciliación. Viene para acercarnos al corazón de Dios mostrándonos el camino de la paz. Nos invita a todos a la santidad y para ello nos propone medios muy simples, al alcance de todos.

La Virgen ha prometido comunicar a cada uno de los videntes diez secretos. Hasta el día de hoy, tres de los videntes, Ivanka, Mirjana y Jackov han recibido sus diez secretos, y no reciben ya la aparición cotidiana, sino que una vez al año ven a la Santísima Virgen. En cambio, Vicka, Marija e Ivan, que sólo recibieron nueve secretos, continúan viéndola diaramente. Según Mirjana, que fue la primera en recibir los diez secretos, dichos secretos serán revelados al mundo por un franciscano, el P. Petar Ljubicic. Diez días antes del cumplimiento del secreto, la vidente y el franciscano ayunarán a pan y agua. El séptimo día, es decir tres días antes de su realización, Mirjana le revelará el secreto al franciscano, quien lo anunciará al mundo.

En julio de 1981, la Virgen prometió igualmente dejar un signo indestructible y visible sobre la colina de las apariciones.

El 25 de cada mes, la Virgen da a Marija un mensaje destinado al mundo entero. Ella lo escribe y se lo transmite a un franciscano de la parroquia de Santiago Apóstol. Posteriormente es traducido y publicado en distintos idiomas.

Desde 1987, la Virgen se aparece a Mirjana el día dos de cada mes y ora con ella por los no creyentes. Esta aparición está ahora abierta a todos. A veces la Santísima Virgen da allí un mensaje público.

Hasta el día de hoy más de treinta millones de peregrinos, incluyendo a sacerdotes, obispos y cardenales, han visitado Medjugorje.