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Mastectomías a partir de los 13 años en Los Ángeles
02 - 10 - 2018 - EMERGENCIA ANTROPOLOGICA - Otros

¿Qué edad debe tener una niña para que se le pueda realizar una mastectomía? Al parecer solo 13 años. (Fuente: Forumlibertas)

Un artículo en JAMA Pediatrics sobre “Disforia torácica en menores transmasculinos y adultos jóvenes” en una clínica de los EE. UU. se basa en una encuesta que incluyó a 2 niñas (trans) que tenían 13 años y a las que se les extrajeron ambos senos, además de 5 niñas que solo tenían 14 años.

Según los autores, que tienen su base en el Centro para la Salud y el Desarrollo Transjuvenil del Los Angeles Children’s Hospital, “todos los participantes posquirúrgicos (68 de 68; el 100%) afirmaron que ‘fue una buena decisión someterse a la reconstrucción del tórax‘.”

Dado que las chicas se mostraron abrumadoramente positivas sobre su operación, los autores sostienen que “las directrices profesionales y la práctica clínica deben recomendar a los pacientes la cirugía de tórax según las necesidades individuales en lugar de según la edad cronológica”.

Sin embargo, es muy cuestionable que las chicas (transexuales) hayan tenido tiempo suficiente para una evaluación madura de esa decisión que les cambió la vida. Para la inmensa mayoría de los 68 participantes en la encuesta solo habían pasado dos años. Afirmar que hubo “tasas muy bajas de arrepentimiento” entre los menores es prematuro, increíble e irresponsablemente prematuro.

Por un lado, incluso las mujeres adultas predicen mal cómo una mastectomía las afectará. Por ejemplo, un estudio entre mujeres que sufrieron una mastectomía única o doble descubrió que no eran realistas sobre la vida después de la cirugía.

Y, como señala la quinta edición de la biblia de la psiquiatría, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), “la persistencia”, es decir, el apegarse al deseo de vivir como varón, “varía entre un 12% y un 50%”.

Por lo tanto, al menos una de esas dos niñas de 13 años se despertará un día y lamentará amargamente haber permitido que los cirujanos la mutilen.

El año pasado, la periodista de Sydney, Miranda Devine, entrevistó a la primera transexual fuera del armario de Australia, Carlotta, una cantante de cabaret y actriz de televisión. Carlotta tuvo lo que ahora se llama cirugía de “afirmación de género” a principios de la década de 1970 y desarrolló una carrera en el mundo del espectáculo. Éste fue su consejo respecto de los adolescentes que quieren hacer la transición al sexo opuesto: “No les den hormonas a los niños. Esperen hasta los 18. No juegues con tu cuerpo hasta que estés maduro”.

Esto es sentido común. ¿Cómo puede una niña de 13 años dar un consentimiento verdaderamente informado para la extracción de ambos senos? A medida que un creciente número de personas que revierten su transición (“detransitioners”) dan su testimonio, estos experimentos se revelan como una locura.

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Como era de esperar, los autores del artículo apenas mencionaron el papel de los padres y las familias en las decisiones de los menores.

Seguramente los ven principalmente como amenazas que podrían hacer descarrilar los planes de sus hijas de unirse a la comunidad transgénero. Tampoco discutieron la ética de realizar cirugías que son ilegales en muchos países para niños menores de 16 o 18 años. Viven en la burbuja ética del sur de California donde se ignoran los puntos de vista contrarios.

¿Cuánta investigación respalda estas operaciones para niñas de 13 años con disforia de género? Muy poca, si es que hay alguna. Estamos básicamente ante un experimento quirúrgico para resolver un misterioso problema psiquiátrico. ¿Recuerda las lobotomías frontales para la depresión y la esquizofrenia? Ese fue otro experimento quirúrgico que no resultó demasiado bien para miles de pacientes psiquiátricos. Ahora es sinónimo de brutalidad médica.

El riesgo de convertir la vida de una niña en un infortunio es demasiado grande como para permitir que los adolescentes se hagan mastectomías antes de convertirse en adultos. De hecho, es difícil describirlo como algo más que abuso infantil a manos de los ideólogos transgénero.