Así arranca la crónica publicada en Religión Digital sobre el encuentro organizado por la Asociación Juan XXIII este fin de semana en Madrid:
“Tuvo lugar en la sede madrileña de Comisiones Obreras y asistieron a ella más de seiscientos teólogos y fieles más comprometidos de España y más allá. Pero ni el sitio tan prestigioso ni la concurrencia tan multitudinaria fueron los que hicieron especial la Eucaristía de Clausura del 38 Congreso de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII, sino sus sentidas y conmovedoras reclamaciones a favor de los cristianos LGBTIQ, el colectivo más discriminado de la Iglesia.
El primer gesto hacia estos hermanos y hermanas que tanto han sufrido a manos de la Iglesia institucional: el lenguaje inclusivo. Así, celebramos y oramos en la Misa todos en femenino, y eso desde la primera palabra que se pronunció –“Bienvenidas”– a la última. Otro abrazo inclusivo más en la Misa fue el que arropó a los creyentes de otras confesiones que se juntaron para la celebración. Tomando ejemplo del lema del Congreso en su edición de este año “Mística y Liberación”, patrimonio de ninguna religión en particular sino de todas en general.
Luego, el emotivo momento en el que un puñado de jóvenes de la HOAC y la JEC procesionaron al altar al principio de la Misa para encender unas cuantas velas de los colores de la bandera arco iris. Y es que los colores del orgullo gay robaron protagonismo incluso a la presidencia de la celebración, que consistía en nada menos que una decena de personas, clérigos y laicas, y entre ellas el sacerdote granadino Mario Picazo.”
Mario Picazo fue nombrado consiliario general de Acción Católica JOC en 2015 por los obispos de la comisión permanente de la Conferencia Episcopal.