Desde Ministerio del Interior y el de Sanidad del país confirmaron las víctimas, además de otras 40 personas resultaron heridas tras producirse el impacto. El ataque tuvo lugar sobre las 16.
En este contexto, Unicef expresó, a través de un comunicado emitido por su Directora general, Henrietta H.Fore, una gran preocupación por la creciente oleada de violencia en Afganistán, registrada especialmente en los últimos días y que afecta de manera drástica a los más vulnerables de este conflicto armado: niños y niñas.
Por ello, la institución pidió a las partes involucradas en estos enfrentamientos, "que se adhieran a los principios humanos, que los respeten y que trabajen para garantizar la protección de estos menores, ya que los niños, no son y nunca deben ser objeto de violencia".
Las consecuencias de la guerra
Una generación de niños afganos sufre las consecuencias de la guerra y la violencia. La pérdida del padre o la madre, o de los dos, ha agravado la vulnerabilidad de los niños, y se calcula que por lo menos un millón de ellos sufren traumas debido a la guerra.
Un estudio que se llevó a cabo en el año 2000 con el respaldo de Unicef demostró que la mayoría de los niños menores de 16 años de Kabul sufría traumas bélicos psicosociales. El 99% de los niños había presenciado actos de violencia y el 65% había perdido un pariente cercano.
Por tanto, las labores de protección y rehabilitación de las generaciones afganas más jóvenes, son de una importancia fundamental y constituyen uno de los componentes imprescindibles de la reconstrucción de este país y de su sociedad.