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Los jesuitas se distancian: “La Iglesia debería avergonzarse de los abusos”
20 - 07 - 2018 - EMERGENCIA ANTROPOLOGICA - Otros

El caso del Cardenal McCarrick se vuelve más deplorable por días, y los jesuitas americanos acusan desde su publicación, America: “La Iglesia y sus líderes deberían avergonzarse”. ¿La Iglesia? ¿Los jesuitas pertenecen a otra religión, pese a que ahora tenemos un Papa jesuita? (Fuente: Infovaticana)

The New York Times no es en absoluto el único medio americano que está contando por lo extenso el terrible historial de abusos perpetrados a lo largo de su dilatada carrera el Cardenal McCarrick, arzobispo emérito de Washington, recientemente impedido de ejercer sus funciones sacerdotales como consecuencia de un abuso a menores cometido hace décadas.

Pero ese caso que le ha hecho caer no es en absoluto el único; de hecho, hubo tantos, así de carácter penal -con menores- como de interés exclusivamente eclesiástico -relaciones homosexuales con adultos- que es imposible pretender que no lo sabían muchas personas de su entorno. De hecho, la revelación más escandalosa es que lo sabía el propio Vaticano, que aun así le siguió promocionando y premiando con el capelo cardenalicio.

Y ahora los jesuitas norteamericanos reaccionan con un duro editorial en el que, por su redacción, se diría que la cosa no va con ellos y que la Iglesia “son los otros”. No hay ni que decir que la cuestión de que en este caso, como en la abrumadora mayoría de ellos, las víctimas sean exclusivamente varones, no lleva al editorialista a sacar ninguna conclusión negativa sobre la desproporcionada presencia de homosexuales en el clero.

“Es cierto que ninguno de los informes anteriores de abuso se refieren a comportamientos delictivos con menores, pero se trataba de hechos bastante conocidos y el cardenal McCarrick debería haber sido llamado a rendir cuentas del terrible abuso de su ministerio y de su autoridad”, clama el editorial de America”.

Y sigue: “Mientras las sociedades de todo el mundo toman nota del movimiento #MeToo y las víctimas de abusos y acoso encuentran su voz, la Iglesia no debería fingir que este sea solo un episodio deplorable”.

Nos sumamos de todo corazón a la denuncia de America, aunque matizaríamos que no es “la Iglesia” la que debería avergonzarse, sino una jerarquía que se ha mostrado cobarde hasta lo criminal y, añadimos, muy especialmente ‘comprensiva’ con la homosexualidad activa de muchos de sus prelados.

Es un buen momento de recordar la tesis, nunca probada pero en absoluto descabellada, según la cual el alcance de las redes de prelados gays dentro del propio Vaticano fue un factor determinante en la abdicación del Papa Benedicto.

Francisco se ganó los corazones de todos con su firmeza en proclamar sobre este asunto una política de ‘Tolerancia Cero’. Desgraciadamente, los sucesos posteriores hacen temer que se tratara en buena medida de una mera consigna.

Si America cree que “la Iglesia” debe avergonzarse, nosotros pensamos que es mucho más práctico, y bastante más caritativo hacia los fieles confusos, escandalizados y desalentados, que se actúe con absoluta firmeza contra todos los clérigos que conocían o tendrían la obligación de haber conocido y callaron. También exigimos firmeza en la aplicación de las instrucciones de Benedicto XVI, refrendadas por Francisco, para que no se ordene a personas con persistentes inclinaciones homosexuales.