La rebelión soterrada de los obispos alemanes en el asunto de la intercomunión sigue su curso, como no deja de ser esperable tras los bandazos de la Santa Sede sobre la cuestión. Ahora le toca el turno a Peter Kohlgraf, Obispo de Maguncia, con unas escandalosas declaraciones al diario alemán Allgemeine Zeitung.

Kohlgraf empieza confesándose decepcionado con el documento, que califica de “desconcertante”, hecho público por el pronto Cardenal Luis Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, vetando una intercomunión sobre cuya licitud el propio Papa, solo unos días antes, había remitido a los propios obispos alemanes.

Para Kohlgraf, el comulgatorio no es el lugar adecuado para “disputas teológicas” que, advierte el obispo, tienen muy disgustados a los fieles.

Su Ilustrísima asegura al diario que el Vaticano “tiene mucho que aclarar” y declara que, por su parte, él seguirá permitiendo que se dé la comunión a los luteranos que deseen comulgar, en abierto desafío a la carta de Ladaria. “¿Pensamos realmente que necesitamos proteger a Dios, determinando a quién se le permite recibir la Comunión?”, se pregunta retóricamente en una formulación de la que se deduciría la licitud de ofrecer la comunión, no ya a los cónyuges luteranos de fieles católicos que cumplan determinados requisitos, sino absolutamente a todo el mundo.

La cuestión de la comunión a los protestantes lleva debatiéndose desde que la Conferencia Episcopal Alemana votara permitirla por abrumadora mayoría en asamblea.