CRISTO HOY
CRISTO HOY

   Sitios Recomendados
        El Vaticano
        Aica
        Rome Reports
        Noticias Vaticanas
  
Otro sacerdote asesinado en Filipinas
12 - 06 - 2018 - EMERGENCIA ANTROPOLOGICA - Otros

El padre Richmond Nilo, de la diócesis de Cabanatuan, fue atacado mientras se estaba preparando para celebrar la misa. El obispo: «condenamos la cultura de la impunidad». (Fuente: Lastampa.it)

 

Tres sacerdotes asesinados en apenas seis meses. Con un cuarto herido gravemente en una emboscada la semana pasada. Es el saldo con el que tiene que hacer cuentas la Iglesia católica en Filipinas, después del homicidio del padre Richmond Nilo, un sacerdote de cuarenta años de la diócesis de Cabanatuan, en el norte del país. Se estaba preparando para celebrar la misa ayer en Zaragoza, una ciudad de la provincia de Nueva Ecija, cuando un asesino le disparó desde una motocicleta por la ventana mientras se encontraba en la sacristía de la capilla de Nuestra Señora de la Nieve.

 

El Padre Nilo era párroco de la comunidad de San Vincenzo Ferrer en Zaragoza, y también había sido ecónomo de la diócesis. Por ahora no se tienen noticias sobre el motivo de este asesinato, pero es un hecho el incremento de la violencia en contra del clero y los religiosos en Filipinas.

 

Precisamente en la misma provincia de Nueva Ecija, en la ciudad de Jaén, en el pasado mes de diciembre, comenzó esta cadena de muerte, con el asesinato del padre Tito Pérez, que fue responsable de la pastoral social de la diócesis de san José. Después, a finales de abril, perdió la vida el padre Mark Ventura, también asesinado un domingo al final de la celebración de la misa, en la provincia septentrional de Cagayán. La semana pasada, en Calamba City, a 60 kilómetros de Manila, fue atacado en una emboscada el padre Rey Urmeneta, un sacerdote que había sido capellán de la policía filipina; quedó gravemente herido, pero está fuera de peligro.

 

Lo que ha empeorado la situación son las declaraciones del presidente filipino Rodrigo Duterte, nunca suave hacia quienes en la Iglesia filipina critican sus métodos de seguridad, empezando por las ejecuciones extrajudiciales presentadas como una «vía eficaz» para la lucha contra el narcotráfico. Hace algunos días suscitaron polémicas algunas afirmaciones del presidente precisamente sobre el padre Ventura, uno de los sacerdotes asesinados, conocido por su compromiso a favor de las poblaciones indígenas y en contra de los intereses de los grupos mineros. Menospreciando el alcance de estas acusaciones, Duterte dijo que la pista que han seguido los investigadores serían «las relaciones con varias amantes, entre las que hay esposas de personajes importantes». Una reconstrucción desmentida por el arzobispo de Tuguegarao, la diócesis del padre Mark, que lo definió como «un pastor con el olor de sus ovejas».

 

Insinuar dudas sobre la memoria de los sacerdotes asesinados no es una técnica particularmente nueva: razones pasionales a menudo son esgrimidas en México, otro de los lugares en donde los sacerdotes que critican o amenazan los intereses de los grupos criminales locales son eliminados sin demasiados escrúpulos. Es crucial, como sea, la cuestión de la impunidad por estos homicidios, que se repiten sin que se llegue a saber quiénes son los autores ni los autores intelectuales.

 

«Ningún sacerdote y nungún ser humano, por ningún motivo, merece ser asesinado con esta brutalidad, falta de respeto e impunidad», afirmó el obispo de Cabanatuan, monseñor Sofronio Bancud, al comentar la muerte del padre Nilo. «Matar a un sacerdote –añadió– no solo es anticristiano e inhumano, sino también algo que va en contra de la identidad filipina. Condenamos de la manera más firme posible este homicidio y la violencia acompañada por la cultura de la impunidad».