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Ministro de Familia italiano hace frente a la dictadura del pensamiento único
06 - 06 - 2018 - EMERGENCIA ANTROPOLOGICA - Otros

En una carta al periódico il tempo, Lorenzo Fontana asegura que nunca antes luchar por la normalidad había sido tan heroico. (Fuente: Infovaticana)

“Vivimos tiempos extraños. La furia de ciertas ideologías relativistas va más allá de los confines de la realidad, llegando incluso a cuestionar algunas evidencias obvias”. Es la reflexión que hace el ministro de Familia de Italia, Lorenzo Fontana, que en las últimas semanas ha tenido que sufrir los ataques del poderoso lobby LGTB.

En una carta al periódico Il Tempo, Fontana recuerda las palabras de Chesterton que señalan que “las espadas serán desenvainadas para demostrar que las hojas son verdes en verano”. “Y eso fue lo que pasó. Dijimos cosas que creíamos normales, casi dadas por sentadas: que un país para crecer necesita tener hijos, que la madre se llama madre (y no progenitor 1), que el padre se llama padre (y no progenitor 2)”, asegura en su carta el nuevo ministro italiano.

Sin embargo, ante los ataques recibidos, Fontana manifiesta que no le “asusta hacer frente a la dictadura del pensamiento único” y mantiene que responderá a esta ofensiva con “la evidencia de los hechos, la fuerza de las ideas y la concreción de las acciones”.

A continuación, la carta completa de Lorenzo Fontana, ministro de Familia, a “Il Tempo”, traducida por InfoVaticana

“Querido Director, le doy las gracias a usted, a Il Tempo, a su redacción y a todos aquellos que me han expresado su apoyo en los días en que hay un fuerte intento de ataque no sólo contra mí, sino contra los valores en los que se ve reflejada la mayoría silenciosa y tranquila del país.

Lo que hemos visto recuerda amargamente las predicciones de Gilbert Keith Chesterton: “Las espadas serán desenvainadas para demostrar que las hojas son verdes en verano”, una profecía que ya no parece tan remota. Y eso fue lo que pasó. Dijimos cosas que creíamos normales, casi dadas por sentadas: que un país para crecer necesita tener hijos, que la madre se llama madre (y no progenitor 1), que el padre se llama padre (y no progenitor 2). Hemos dicho que los últimos y únicos que deben tener la palabra sobre la educación, el crecimiento y el cuidado de los niños son sus padres y sus madres, el sacrosanto principio de la libertad. La reacción – de ciertos círculos que hacen del relativismo su bandera – fue muy violenta. Ha comenzado una feroz ráfaga de insultos, ofensas, incluso personales, y amenazas (que se pondrán en conocimiento de las oficinas competentes). Las redes sociales han amplificado el alcance de esta acción (…).

Vivimos en tiempos extraños. La furia de ciertas ideologías relativistas va más allá de los confines de la realidad, llegando incluso a cuestionar algunas evidencias obvias, que se reflejan plenamente en nuestra Constitución. “La República reconoce los derechos de la familia como una sociedad natural fundada en el matrimonio”, dice el artículo 29, que será el principio de acción como ministro.

Dicho esto: la revuelta de las élites no nos asusta y no nos asusta hacer frente a la dictadura del pensamiento único.

Seguimos adelante, con gran motivación, tenemos muchos proyectos por implementar. Lo hacemos con los muchos que, como usted, nos han mostrado su solidaridad. Ustedes han sido y son numerosos y todos merecen un sincero agradecimiento. La historia nos reconforta. “Os llamarán papistas, retrógrados, intransigentes, clericales: ¡estad orgullosos!”, dijo San Pío X. Y estamos orgullosos de no tener miedo de llamarnos cristianos, de llamarnos madres, padres, de estar a favor de la vida. Tenemos hombros suficientemente anchos para resistir los ataques gratuitos respondiendo con la evidencia de los hechos, la fuerza de las ideas y la concreción de las acciones. Honor a un periódico libre que tiene el coraje de expresar posiciones contracorriente. Nunca como en este momento luchar por la normalidad había sido un acto heroico.

Con estima

Lorenzo Fontana, Ministro de la Familia